viernes, 28 de septiembre de 2012

Libertad


El viento soplaba con fuerza contra los floreados arboles de primavera. El puente se asomaba a lo lejos, con altura,  imponente brillaba es su tono anaranjado frente al autobús. El cielo azul, el río oscuro, las hojas verdes. Desplegó sus alas y salio de la nada, volando a la par de autobús. Comencé a crear una carrera en mi cabeza. Ambos cruzando el ancho Río Dulce. Hermoso, arriba y abajo sus alas, a gran velocidad. El chofer aceleraba cada vez mas, adelantadose un poco. El puente se hacia interminable. Mi pequeño guerrero parecía quedarse atrás. El autobús llego al final del puente. La primera parada en Santiago se hacia ver al frente. De repente estaban ambos cabeza a cabeza. Sus alas no dejaban de subir y bajar, el chofer no sacaba el pie del acelerador... Hasta que sonó el timbre del autobús. El chofer piso el freno y abrió las puertas para que una mujer se bajara. Mi pequeño pajarito, que nunca se rindió, ganó.
Nunca se detuvo, creí que mi carrera mental se terminaría, que se posaría sobre una rama o sobre un techo, pero no lo hizo, siguió aleteando, agitando sus alas contra el fuerte viento de septiembre.
Me pregunte como hizo, como mi pequeño pajarito puede ser mas fuerte que un par de ruedas y un buen motor. Y lo supe a los dos segundos, el tiene algo que ninguno de los que estaban dentro del autobús tiene, ademas de dos alas, el tiene libertad.


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