Mi Autobiografia


Nací en la madrugada del 19 de Abril de 1992, no una cualquiera precisamente, sino que por lo contrario, fue en la fecha de las Pascuas, por lo que mi nombre iba a ser Dominga Pascuala, ¿se imaginan a alguien con ese nombre? Por suerte mi padrino fue mi salvador, mi superhéroe, y me pusieron Mara.
La Banda fue la ciudad donde crecí, testigo de mis aventuras. Junto a mi familia, mi papá el rey de mi castillo y mi mamá la reina, mis dos hermanas y yo, la oveja negra de la familia, la hija del medio. Amante de los animales y defensora de cualquier bicho inocente.
A los 3 años, comencé el maternal en mi querida Escuela Normal, donde aprendí que los niños no usaban vestido sino un guardapolvo y miles de cosas más.
Curse allí todo mi jardín, luego la primaria, la secundaria y me recibí con el certificado de Gorostiaga. Un largo camino que recorrí no solo junto a mis compañeros, sino junto a mis mejores amigos, dejándome miles de enseñanzas más allá de las académicas. Forme parte de la mejor promoción de Comunicación, Arte y Diseño. Hicimos radio para toda la escuela, escribí guiones e hice locución. Aprendí a escribir novelas, a leer películas, a dibujar, en niveles que no conocía y me volví fanática de ello. Hoy en sus 100 años mi escuela lleva el logo que yo diseñe para ella, lo cual me llena de orgullo.
Este camino, en el cual forme parte de un grupo increíble, fue fundamental para llegar a donde estoy hoy. Todo esto me llevo a elegir Comunicación Social como mi futuro.
La escritura siempre fue un camino de desahogo en el transcurso de mi vida. El papel y la lapicera no faltaban en mi mano mientras dejaba volar mis sentimientos; entre enamoramientos, hasta fracasos, entre tristezas y alegrías.
El primer libro que tuve en mis manos por placer fue una antigua novela de la adolescencia de mi madre a mis 16 años. “Promesas de Amor”, sus páginas amarillas, el olor a papel antiguo y las hermosas historias que narraba sacudieron mi corazón. A partir de ese no hubo otro, hasta “1984”. Recién ahí, con 17 años, la lectura se volvió mi pasión, novelas en las que el amor era la mejor parte de la historia. Sólo 22 y mucho espacio para más, forman parte de mi baúl de libros.
Durante este corto camino, Sarah Dessen fue una autora que me hizo llorar y reír en la misma historia, su forma de expresar los sentimientos y contar vidas, lo que para mí es lo más importante de todo.
El deporte también fue algo que siempre estuvo presente en mi vida, no precisamente por practicarlo, pero si había pasión en mi sangre a la hora de ser hincha. Mi corazón azul y oro, y Negro al mismo tiempo. Fanática de Boca sin importar nada, hincha de Olímpico hasta la muerte y del “Profe” (Sarmiento) por herencia. Por otra parte defensora de Rafa Nadal y creyente del espíritu de los tenistas argentinos, más allá del dinero. También fan de “Por favor que Bolívar no gane otra temporada más”.
Mi personalidad fue siempre una de mis características principales. La frontalidad y la impulsividad fueron particularidades de ella. Tomadas a veces como virtudes pero la mayoría como defectos.
Hoy, empiezo a construir mi camino, a partir de la decisión mas difícil, definir el mañana, y como dijo el actor Ben Stein: “El primer paso para conseguir lo que queremos en la vida, es decidir lo que queremos”.
 Hoy a los 18 años, empecé una maravillosa carrera: Comunicación Social. Donde conocí personas increíbles y adquirí innumerables conocimientos. Con el apoyo de mi familia y amigos, quienes me hacen recordar cada día, que el solo hecho de existir ya es divertido.

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