Vi como lanzas doradas intentaban en vano romper el suave pero resistente muro de algodón. Sentí como el viento atacaba mi refugio, penetrando por cada mínimo espacio que hallaba.
Imagine tu rostro tras la espesa bruma que flotaba frente a mi.
Conté los días, horas, intente llenar los minutos y cubrir cada segundo como si fueran los últimos, con la tenue esperanza de ti.
Me esforcé por mantener la calma y deje que mis ojos expresaran la emoción de saber que pronto llegaría el momento.
Me prometí creer en cada intento del destino.
Vi a la ultima hoja caer, pero no regresaste esta vez.
Otro viernes a pasado, otro recuerdo se ha borrado.
Una nueva lágrima he derramado, y otro detalle tuyo se me ha escapado.
El río se agitaba bajo mis pies, el viento lo empujaba para verlo caer.
Mi débil fe se deshizo en mi piel, era pequeña pero recorrió todo mi ser.
Esa simple lágrima que me hiciste perder, ella era todo lo que pude querer.
Ya nunca te buscaria, jamas te volveria a ver.
Como una paloma te vi volar, supe entonces que no ibas a regresar.
Mi espera termino hoy. Pero mi silencio por fin se cayo.
Estoy gritando fuerte esta vez, cuanto te quise, cuanto te desee.
No intentare encontrarte... pero ruego por otra casualidad de la vida, en la que tu camino, te lleve al mio, como aquella vez.
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